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EN LAS PUERTAS DE TÁNGER entra hoy 15 de Junio 2013 en los mas vendidos TOP100 de Kindle España










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  • E










Llaves de Tetuán 6

6





-Mama, ¿pero por qué nos vamos a Israel? ¿por qué abandonamos nuestra casa?
-Que quieres vivir toda tu vida rodeado de árabes?
-Pero mi casa esta aquí, esta es mi casa,
- allí también tendrás tu casa
- Si pero con otra llave,
- Claro esta, cada casa tiene una llave distinta, pero será tu casa como la de Tetuán
- No puede ser, no será la casa en la que nací, o en la que me reí o llore por primera
vez, y tendrá otra llave,
-Que tonterías dices, pues tendrá otra llave, eso es precisamente lo que queremos otra
llave, otro país, en el que los árabes no nos traten de judíos, en el que nadie te tire piedras cuando regreses de la escuela
-Estas segura que tendremos allí una casa, una casa grande,
-Grande o pequeña, en Israel construiremos nuestra vida, viviremos como judíos, en Israel cualquier casa será lo bastante grande.

Llaves de TetuánExtractos de novela, publicada en hebreo en 1999. Traducción de Marcos Barel

Llaves de Tetuán 5

5





- ¿Papá, llegaste?, qué contento estoy de verte
- Fue un poco peligroso, pero todo salió bien
- Vendiste todas las casas?
- Si, hasta la ultima, y cuando le entregue la llave aquí en Ceuta al comprador me dará todo el dinero , y luego viajaremos en barco
- en barco? Pensé que viajábamos en avión,
- primero en barco a Algeciras, nosotros viajamos a Israel, ahora ya podemos pronunciar la palabra Israel, y luego desde Marsella tomaremos el avión,
- Y como será allí, papa?
- Todos serán judíos como nosotros
- y como somos nosotros?
- Como ellos, todos los niños en las escuelas son judíos, todas las tiendas son de judíos, la gente por la calle es judía, y nadie te tratara de judío, ya que todos son iguales
- ¿está bien papá?
- no te preocupes hijo mío, estuve allí hace dos años y es algo maravilloso, toda la gente es verdaderamente judía,
- ¿No hay árabes?
- Ninguno. Todos son judíos, y ahora ya te puedes ir a dormir, que mañana nos espera un día largo.




BENZIMRAO


No entiendo esa necesidad de venir hasta aquí, a Benzimrao, para entrevistarme, a esta aldea pérdida del Amazonas, a esta pequeña tribu sin porvenir, de la que todos se van, se van a estudiar medicina, dicen que por esta familia corre sangre de médicos y que ya entonces Eli Benzimra, en el siglo dieciséis era medico, y que su hermano muriendo en el camino lo llevo a cuestas hasta Tetuán, allí en el norte de Marruecos, al lado de España, luego se instalo en una aldea donde trabajo como curandero, mucho llovió desde entonces, me preguntas sobre los origenes de la tribu, y la verdad es que la cosa es bastante simple, ocurrió en 1850, Moíses Benzimra se vino a Brasil de Tetuán a hacer dinero para la familia, y por azares del trabajo llego a esta aldea, Zimrao, que así se llama hasta hoy y donde decidió instalarse, cada dos o tres años viajaba a su tierra y volvía, aquí se caso con con veintiuna nativas, con las que tuvo cien hijos, así se inicio la tribu, todos los varones están circuncisos, y el primogénito lleva siempre el nombre de Moisés, ya que Moisés solo hay uno, el padre de la tribu, a los sesenta años desapareció para no volver nunca mas, nos dijo antes de irse que retornaría algún día y todavía lo estamos esperando, era un hombre de una fuerza sorprendente y hablaba un idioma especial que nosotros hablamos hasta hoy, una mezcla de castellano con un deje de portugués, al que llamamos Jaguetao, aunque ya hoy todos hablan portuguesa construimos una escuela a la que llamamos la Alianza, porque así nos lo ordeno al regreso de uno de sus viajes, y también nos dijo de prepararnos para viajar algún día a Jerusalén, si, a Jerusalén, no a Tetuán, siempre nos decía que el porvenir esta en Jerusalén, así nos transmitió su credo de generación en generación en este lugar, en este lugar tan especial donde nunca hubo inundaciones, cuando a unos metros de aquí fluyen torrentes de lluvias, no se como encontró este lugar, ocurre a veces que estamos totalmente rodeados de agua y aislados durante meses, una vez incluso duro mas de dos años, aunque nunca nos falto comida, como en Tetuán, así me dijeron, siempre había comida para todos, o casi siempre, por lo visto Moisés el Mayor trajo consigo la bendición, vi de verdad allí, cuando estuve en Tetuán el pasaje Benzimra, entre las casas que construyo la familia, tu dices que perteneces a la familia Benzimra, tu naciste en Tetuán, es muy interesante, pero para nosotros todo eso forma parte de la historia, yo no puedo entender como se puede abandonar una tierra fértil como esta para irse a una ciudad como Brasilia o Sao Paolo, pero es eso lo que le ocurre a los hijos de esta tribu, se van para volver al cabo de los años con el diploma de medico, increíble, para que una persona necesita el titulo de medico, y ahora quieren todos curarme y no se de que, tengo ya ochenta y cinco años, y si yo o alguien de mi tribu enfermamos preparamos una poción de plantas y mango puro que nos cura, pero ahora todos se creen importantes con sus títulos de medico, se visten con corbata y claro esta, son muy sabios.

Si nos oponemos al régimen actual es porque simplemente quieren arrasar toda la jungla y liquidar a los indios, resultan tan ingenuos los indios entre los árboles, no entienden al hombre blanco, piensan que si dejasen en su lugar a los tractores, los insecticidas las vacunas y las medicinas, no vendrían a matarlos, piensan que les devolverían un favor, los indios están desapareciendo, los están ahogando cada día mas, ya se que hay rumores que corren acusándome de actividades terroristas, no es cierto, no soy responsable de nada ni tampoco las justifico, aunque puedo comprenderlas, y si alguien comete una acción de esas y busca refugio lo acogeré en mi tribu, y si se trata de mi hijo no lo entregare a la policía, o al ejercito, cada vez hay mas militares aquí en Benzimrao, allí en Brasilia y Sao Paolo hablan de democracia y de las libertades del individuo y del calentamiento de la tierra, pero cuando sales a los barrios de esas ciudades que queda de todo eso? Nada!

Pero de esos temas no viniste a oírme hablar, tú crees que escondo un secreto maravilloso sobre Tetuán, que yo se algo que tu no sabes, pero no es así, puede ser que Moisés Benzimra enviase cartas, aunque me resulta difícil creer que envío algo desde este lugar hace mas de cien años, puede ser que tuviera también alguna descendencia en Tetuán, no tengo ni idea, de hecho hasta hace pocos años Tetuán para mi no era muy diferente del imperio azteca, algo recóndito del pasado, que claro esta creí siempre que realmente existió.
¿Si quiero viajar hasta allí?, quizá una vez estuve en Sao Paolo, y la verdad no me impresiono, me llevaron incluso a un museo, uno de mis nietos que es medico, no entiendo que es lo que les gusto tanto, las salas tan ahogadas y ese olor a pintura que no me permitía respirar, así que ir hasta Tetuán, volar en uno de esos aviones tan grandes y groseros, para que, además desde aquí puedo ver Tetuán, aquí me puedo pasear por las calles cuando me place, tengo un mapa incluso, conozco el Mediterráneo, es un mapa que trazo sobre una piedra mi abuelo, yo se cuanto tiempo me toma llegar a pie de la judería hasta el río Martín, el mar mas próximo, a veces hago ese camino, salgo de mi casa por la mañana y vuelvo al atardecer, todos saben que ese día estoy en Tetuán, no, desde luego que no salgo de mi carpa pero todos saben que ese día no les esta permitido molestarme.

Si, el primer día del mes de octubre, o a veces unos cuantos días mas tarde, soy yo quien lo decide, ayunamos, es el día del Perdón, se que es una tradición de los judíos, pero no me importa, rezamos por un año con pocas lluvias, pedimos que el río no desborde y nos inunde, y rezamos también para que los militares no nos molesten y nos dejen vivir tranquilos, a lo mejor es todo lo que queda de eso, también descansamos el sábado y encendemos velas un día por semana, eso pregúntaselo a las mujeres, lo saben mejor que yo, pero yo de hecho se que aquí nadie es judío, ya que todas las madres son Indias, así que no trates ahora de hacer de mi un judío, ya llego una vez aquí un gringo que trato de convertirme, nosotros somos indios, indios de Tetuán pero indios a pesar de todo, si quieres puedes quedarte a cenar con nosotros.

Llaves de TetuánExtractos de novela, publicada en hebreo en 1999. Traducción de Marcos Barel

Llaves de Tetuán 3

3


- Levántate hijo mío,
- Pero si es muy pronto, si esta oscuro todavía
- ¡Nos vamos!
- ¿Adonde, al mar ,a estas horas?
- A otro mar, hijo mío.
- Ah! … llego el momento, nos vamos...
- pero mama, no me despedí de mi primo David, ni de mi amigo Marcos, no le dije adiós a Dris, el del colmado
- Espero que nadie lo sepa
- Ni yo mismo lo sabía como podrían saberlo los demás.
















LA PRIMERA CARTA DEL SIGLO VEINTE







Sao Paolo.1.1.1900

Querida Coty:

Empezó el siglo veinte. El tiempo aquí es muy placentero en esta época, tú ya lo sabes, espero poder viajar de nuevo a Tetuán el próximo mes de noviembre. La tala de árboles representa un buen ingreso, pero no creo que me haga millonario además trabajo en un lugar lleno de mosquitos y de pantanos, así que estuve enfermo durante dos semanas con fiebre muy alta, lo que me afecto en el trabajo. aquí te envío ciento cincuenta francos y espero que te duren hasta Pessah. Entonces ya podré enviarte más... Me alegre de saber que mi hermano David se fue a Oran y que le esta yendo bien., si decide venir por aquí podríamos montar una sociedad de tala de árboles, aunque no estoy seguro que se pueda ganar mucho con eso, por otro lado recibí una carta de Mois Hatchuel de Caracas, en la que me dice que hay allí una comunidad muy grande de Tetuán, y que se puede encontrar trabajo fácilmente, aquí también hay muchos tetuaníes, pero por lo visto no como en Caracas.

Espero escuchar dentro de poco buenas noticias del nacimiento de nuestro próximo hijo, lastima que no pueda estar para la circuncisión, pero como tu ya sabes los viajes son muy largos además de todos los peligros, y tú no quieres salir de Tetuán, espero que pueda ganar lo suficiente para que podamos cuando vuelva tener un buen sustento. Corren rumores que los franceses quieren entrar en Marruecos, a lo mejor eso trae un poco de prosperidad, a lo mejor los españoles también se tientan y ocupan de nuevo el norte del país, y así volvemos a la gran época de los años sesenta, bueno son de momento simples especulaciones y además si entran solamente por dos años, no creo que cambie mucho la situación. Que tal está Mois, mi querido hijo, va ya a la Alianza, seguramente, tiene ya seis años, estoy seguro que será un buen estudiante.

Mándale un cariñoso abrazo a mi madre Sultana y a toda la familia, especialmente a mi hermano Moshe si viene a visitaros, aunque ya le escribiré yo directamente a Oran, espero que recibas el dinero pronto,

Mimon




Llaves de Tetuán
Extractos de novela, publicada en hebreo en 1999. Traducción de Marcos Barel

Llaves de Tetuán 2

2



- ¿Y como será allí mama?
- Toda la gente será como tu, judía, nadie te tirara piedras.
- ¿Y en que idioma hablaran?
- Hablaran en hebreo, no el hebreo bíblico, sino el que aprendes los viernes con Monsieur Cohen, el hebreo hablado, el hebreo de cada día.
- ¿Y los estudios?
- también se impartirán en hebreo, ya veras lo aprenderás muy rápido, y serás un buen alumno, como aquí.
- ¿Cuando viajaremos, antes o después de mi Bar-Mitzva?
- Dentro de poco, tú decidirás si quieres hacer el Bar-Mitzva antes o después de viajar.
- Antes, con todos mis amigos, será la fiesta de despedida de todos, pero ellos no lo saben, pues es un secreto, una fiesta de despedida secreta.
- Bueno, será como quieras, ya veremos dentro de dos meses.
- Mama, tengo miedo, tengo miedo de ir allá
- Es nuestra tierra, hijo mío, será un poco difícil pero allí estarás mejor que aquí.





















TETUAN
1860




Espera, espera no te vayas todavía, es verdad que estoy cansado, pero mañana a lo mejor no estaré cansado ni estaré en vida, ya lo sabes, Mimon, a mi edad no sabe uno si se despertará al día siguiente, a pesar de que mi abuelo y bisabuelo pasaron la centena, así como la madre de mi abuela, que me contó incluso del invierno antes en que llegasen los españoles en 1860 y de como esperaba el día en que retornase a Sevilla. Mira, me dijo mira esta es la llave de nuestra casa que nos trajimos de la judería, del barrio de los judíos, incluso me describió la casa, y de eso yo ya no me acuerdo, por eso te pido que lo apuntes todo, te crees que te acordaras pero al final te olvidas de las cosas más importantes. Mira estamos en Tetuán, que es el lugar más cercano a España en el que se asentaron los judíos, estos por lo visto fueron los más optimistas de todos los expulsados, y en 1492 enseguida después de la Expulsión se creo esta ciudad, estamos a fin de cuentas a 20 kilómetros de Ceuta, a treinta de Algeciras, y a unos cuantos más de Sevilla, nuestra ciudad, y ahora ya ves lo que esta pasando, estamos retornando a España. Toda la familia Benzaquen y la familia Azulay están de vuelta en Málaga, los Botbol en Madrid, así como la mayoría de los Hatchuel y Benatar, simplemente estamos retornando a España, ya que es nuestra tierra, no lo olvides, no lo olvides nunca allí corre nuestra sangre, la madre de mi abuela, Sultana Toledano, me contó que su familia no se creyó para nada el cuento de Shabtai Tzvi, y antes de que llegue el Mesías, y de llegar a Jerusalén llegaremos a España, pero hubo gente en Tetuán que creyó en esas historias, y en ese falso profeta más grande que todos los rabinos y místicos juntos. Y así durante el invierno de 1860 llegaron los españoles, y nosotros claro esta hablábamos con ellos en jaquetilla, estaban sorprendidos, de ver un barrio entero, la judería cerrada de Tetuán, hablando con ellos el castellano de hace trescientos años, nosotros aquí los estábamos esperando, ellos no nos esperaron, hubo quien quiso convertirnos, tratando de convencernos por medio de dinero y promesas consiguiendo algún éxito, hubieron quienes eran antisemitas por tradición, ya que nunca antes en su vida habían visto un judío, pero todo esto paso como si nada, ya que eran muy parecidos a nosotros, incluso físicamente, me acuerdo que sentía como si fuesen familiares nuestros, sus facciones, incluso sus narices judías, si es que existe tal cosa, y desde entonces me digo que todos los españoles son descendientes de los judíos, en todos, o en casi todos corre sangre judía, y en especial en los más ricos, ya que estaban muy cerca de los cristianos y la nobleza, y ese invierno, hijo mío, cayo nieve en Tetuán, el día que entraron los españoles nevó, algo extraordinario, en toda mi vida solamente nevó dos veces aquí, y precisamente en ese año, y me acuerdo de un soldado sentado a mi lado en las escaleras de mi casa, que me parecía entonces hablaba un castellano muy raro, a pesar de que entendía cada palabra, y me dijo que hablaba conmigo porque era un niño, y que solamente a los niños se les pueden contar ciertas cosas, ya que nadie me creería, y desde entonces no se le he contado a nadie, es mi secreto, y eso fue lo que me dijo:

"yo soy judío, mis padres siempre me dijeron que somos judíos, pero que no se lo contemos a nadie, por fin se lo puedo decir a alguien, tenía tanta necesidad de decírselo a alguien, incluso a un niño como tú que apenas entiende mi idioma, judío, dijo y repitió, judío, mi madre enciende velas todos los viernes al atardecer y las apaga enseguida para que no la delaten, pero las enciende delante de los niños, segura que el secreto trascenderá de esa manera, y en nuestro pueblo existen ciertas contraseñas para reconocer a las familias y casarnos entre nosotros, a lo mejor todos lo saben ya y a lo mejor nadie esta enterado de nada todavía, pero esas son las cosas de las que esta prohibido hablar".

Y allí me abrazo, fuertemente entre sus brazos, mientras los copos de nieve caían entre nosotros, estaba completamente aturdido, y no pude reaccionar, y claro esta con el frío llegaron las enfermedades, y la miseria, se que te parecerá raro, hijo mío, pero todo ese tiempo no había lo que comer, años de miseria, y a veces por si no era bastante llegaba una plaga de cólera, y las comunidades vecinas de Argelia y Europa se organizaban para
ayudarnos, pero lo que más nos sorprendió a todos fue la ayuda material que nos prestaron los cristianos de Burgos, y de otras ciudades de España, era claramente un gesto de ayuda o de misericordia, difícil es saberlo, pero seguramente que algo de judíos tenían en su sangre, o a lo mejor estaban tan sorprendidos de que hablásemos castellano, que se identificaban con nosotros, lastima, que entonces se quedaron solamente dos años, querían solamente que el Sultán les devolviese una deuda, y cuando lo consiguieron se volvieron a Ceuta, pero durante esos dos años hubieron ya unos cuantos judíos que emigraron a Melilla, a Ceuta y también a Gibraltar, retornaron a su tierra añorada y deseada, hasta que volvieron con Franco hace treinta años y desde entonces están aquí, pero cuando salgan nosotros volveremos con ellos a España, a nuestra casa de Sevilla, llévame contigo a Sevilla, a mí casa, pero donde esta mi casa, de donde me exilio, de Jerusalén de Sevilla, de Tetuán, como puedo ser un exiliado de España si no nací allí, ni mi padre ni mi abuelo tampoco, cómo puedes ser un exiliado, exiliado en cualquier lugar, mi casa es mi exilio, los años no calman el dolor, hijo mío, ya veras, serás siempre un exiliado, exiliado de tu exilio, ya que en España también fuimos exiliados, también allí añorábamos a Jerusalén, y también desde aquí, a pesar que a nuestra ciudad la llaman desde hace tiempo " la Jerusalén chiquita", también aquí estamos llenos de nostalgia de ese lugar que sea Sevilla, Jerusalén y Tetuán a la vez, y a lo mejor en ese lugar, también nevara y llegara un soldado para decirme que es judío, para decirme que es un pariente mío, el paraíso, este paraíso, a lo mejor me estoy ya acercando a el, y en el encontrare a Sultana Toledano, y me abrazara y me dará la verdadera llave de mi casa, la casa de la que no hay añoranza.

Y ahora me voy ya a dormir...





Llaves de TetuánExtractos de novela, publicada en hebreo en 1999. Traducción de Marcos Barel

Entrevista con Esther Bendahan (2005)

Una entrevista no muy reciente que solo se publico en catalan en Avui.





Esther Bendahan nació en Tetuán, Marruecos y emigro a la edad de siete años con su familia a Madrid, ciudad en la que reside desde entonces. Ha publicado tres novelas y ha traducido al libro de Alain Finkelkraut "En Nombre Del Otro". Su tercera novela "Dejalo, ya volveremos" se publicó al principio de este año en Seix Barral y ha sido muy bien acogida por el publico y por la critica. Tardía en publicar, tiene varios manuscritos de novelas y de libros de cuentos, que serán publicados en los próximos años. Es productora del programa de TVE Shalom y ejerce una extensa obra poética que ha sido publicad en revistas. En este encuentro discute con el escritor israelí Moshe Benarroch la perspectiva del judaísmo sefardí y español, entre un pasado lejano, un presente confuso y un futuro incierto, dentro del contexto del judaísmo europeo moderno.


MOIS BENARROCH

M.B.
¿Puedes describir tu última novela "Deshojando Alcachofas"?
¿Qué propone, quiere indagar, resolver, construir tu última novela?”



E.B.
Deshojando alcachofas me permitió crear varios personajes articulados entorno a una historia divertida que pretendía indagar en lo que significa la casa y la búsqueda del otro. Hay varios personajes femeninos y aunque pueda parecer una novela de mujeres -no sé porque cuando hay mujeres protagonistas se habla de novela de mujeres mientras que cuando hay un hombre es literatura simplemente- hay también varios hombres que hablan en primera persona que se convierten un tiempo en protagonistas del relato. Me interesaba el cómo se puede trascender desde lo cotidiano, desde lo superficial y simple; para cambiar no hay que sufrir una gran tragedia ni actuar en una novela de grandes significados, las trasformaciones pueden venir de un paseo o una mirada en la calle. La enfermedad, la muerte, la herida se producen en nuestras ciudades, a nuestro lado cada día, y no necesitan de grandes escenarios







M.B.
Crees que la vida cotidiana es la mejor trama de la novela?


E.B.
Deshojando alcachofas quiere ser una novela mestiza, en la que la vida cotidiana de los personajes, cada día tienen en su interior un fuerza regenadora, es el deseo de crearse de poseer una identidad, está la mujer sefardí, pero que tiene una vida actual, es judía, mujer y pintora; otra protagonista es la dominicana que tiene un sueño, y poseer un sueño es ya en sí mismo una cuenta bancaria. Están las casas, cada personaje tiene una imaginaria o real, la casa como el lugar donde refugiarse, el lugar de lo íntimo ubicado en lo exterior. Porque aunque pertenezcamos con letras mayúsculas a un país, somos la casa y cada día, eso es lo que no da existencia.


M.B.
Has publicado dos novelas, la primera co-autorada con Ester Benari, Soñar con Hispania, y la segunda es Deshojando Alcachofas. Las dos son sobre el judaísmo español. Pero no puede uno imaginar dos novelas más opuestas. En la primera hablas de raíces, de las raíces sefardíes, y en la segunda describes una comunidad judía sin raíces, que vive una vida materialista sin pensar nada en sus raíces. ¿Crees que el judaísmo modernos se ve como parte de una historia de hace 500 años?



E.B
“El judío ha estado en el origen de un doble interrogante: el suyo y el del otro” dice Edmond Jabes, un autor que tanto tu como yo admiramos, autor que nos aporta nuevos significados. ¿Existe realmente un judaísmo moderno español? La cuestión es qué futuro estamos provocando. Si existe futuro de ese judaísmo moderno que está por supuesto ligado al pasado. Pero no sólo al de hace 500años. Sucedieron muchos lugares y espacios después. Desgraciadamente es mas fácil amar en pasado a los judíos que en presente. En España se liga a los judío con ese lugar del que fuimos expulsados hace quinientos años y que en tu novela Lucena expresas como una especie de tiempo en vacío, un tiempo en suspenso. En el pasado europeo, español, existe lo judío como idea ajena y fantasmal. Eso en cuanto a los otros, en cuanto al nosotros, creo que en España aún no hay un judaísmo moderno, hay eso sí judíos, pero mientras que no haya cultura, mientras no se genere un pensamiento nuevo judío español, no se puede hablar de judaísmo moderno, sí de comunidades, que en ocasiones funcionan como entidades sociales Y que porqué no, tal vez podríamos plantear también, reivindicar la nacionalidad española sefardí. Una autonomía sin territorio.



M.B.
Pero no sólo el judaísmo español está en juego, sino todo el judaísmo europeo. En 1939 había en Europa 12 millones de judíos, hoy hay menos de 2 millones. Muchas comunidades desparecieron y me da la impresión que en Francia misma se ha creado o se está creando la excusa de un nuevo éxodo, gracias al viejo antisemitismo, el sionismo y el antisionismo, la asimilación y la emigracion musulmana.
Has traducido el libro de Alain Finkelkraute "En Nombre del Otro" (Seix Barral, 2005). ¿No crees que más bien el judaísmo europeo está en vía de extinción?


E.B
Yo diría que mas que en vías de extinción, está en vías de transformación, por otro lado también Europa lo está, como lo están las distintas identidades europeas y españolas. No podemos seguir definiéndonos explicándonos con ideas del siglo XIX. Estamos ante movimientos integradores a la vez que diferenciadores, dos energías aparentemente contradictorias pero que son la base de la formación europea. El judaísmo forma parte de ese encuentro. Israel plantea a la diáspora un nuevo modelo de existencia, pero la diáspora tiene también características que pueden enriquecer a Israel. Esta situación delante de los miles de años de existencia del pueblo judío es muy nueva, y espero que podamos afrontarla creativamente.




M.B.

Uno de los personajes en "Deshojando Alcachofas" dice, refiriéndose a la sociedad española, "somos iguales", eso me recuerda a la novela de Ruth Knafo setton "The Road To Fez" en la que el padre de la narradora, dice, cuando emigra de Marruecos a Pensilvania en EE.UU., que es un católico de Francia. Pero uno es judío de Francia, pero nunca católico de Francia, sólo francés. Tal vez solo el que es diferente dice que es como todos.


E.B.
Creo como Valery que un hombre moderno, vive con una gran cantidad de contrarios instalados en la penumbra de su pensamiento. Y sin embargo nunca hemos estado tan presionados como ahora por la necesidad de una identidad común, de igualarnos y pertenecer. Efectivamente cuando se es la mayoría simplemente se es, se existe sin necesidad de demostrase nada, mientras que pertenecer a un grupo o nación que no es la del todo, la de los otros, requiere un enorme esfuerzo personal de búsqueda; por un lado se quiere identificar lo peculiar, fijar la diferencia; y por otro, señalar y edificar la igualdad. Un tensión compleja que en ocasiones puede aniquilar en el intento la misma identidad, falsificarla o negarla, porque se puede incluso entender como una agresión en nombre de los demás querer mantener fastidiosamente lo peculiar. Pero no debemos dejar que lo mayoritario mate el gesto de lo peculiar, sería como hacernos todos cirugía estética en el rostro, perderlo. Conseguir ese equilibrio entre lo pequeño y lo grande es el reto, hay que buscar leyes que lo permitan y actitudes abiertas, el catalán debía ser una opción en todas las escuelas españolas, porque enriquece a nuestros estudiantes, como ser bilingüe en cataluña. Conocer lo otro, lo acerca.





M.B.

Tal vez en su visión del otro, el europeo está sólo dispuesto a aceptar su asimilación. Está dispuesto a aceptar su igualdad pero no su diferencia. Especialmente cuando se refiere al judío. No veo que tiene que molestar que el judía coma una comida diferente. Pero por alguna razón es una cosa que molesta mucho en Europa y no en EE.UU.


E.B
Mas que molestar sorprende y no se entiende. Hay una parte importante de europeas que mantienen que la independencia religiosa, que el hombre moderno debe desligarse de las creencias y asimilarse al estado laico, mantener normas alimenticias, creencias religiosas se ve como una disminución de la inteligencia, frente a esto hay que decir que no existe el estado laico europeo en el sentido de negar una base religiosa, en Europa el cristianismo está en la misma base de una creencia que permanece en la misma genética del pensamiento europeo, así que no es necesario reivindicarlo porque está siempre ahí, así que individualmente se puede prescindir de esa necesidad de arraigo que dan las creencias. En el caso judío hay muchas maneras de serlo y ninguna de ellas está en contradicción con la libertad ni con Europa, de ahí parten Mendelson y Herman Cohen. Como dice Magris el estado laico no es exactamente el que no cree, pero sí el que es abierto a los otros. Por mi parte comparto mesa habitualmente con amigos amantes del buen jamón, que yo no como, pero sí compartimos la tortilla de patatas, bien es verdad que yo debía tener ración doble, pero ese es otro tema.







M.B.
Naciste en Tetuán. Y la comunidad judía tetuaní es una comunidad sefardita muy especial. Conservo siempre la lengua español, y es la comunidad mas cercana geográficamente a España: En realidad tu familia ha hablado el español desde que este existe, mil años o más. ¿Cómo vives como escritora esa peculiaridad?


E.B.



Lo vivo con extrañeza, porque aunque mi idioma siempre ha sido el español, es a la vez una lengua que tengo que conquistar. Mi formación inicial en la escuela era francesa, y el español era el idioma familiar, pero su estructura gramatical, sus palabras estaban repletas de un giro muy especial que se daba en estas comunidades. Hay palabras que no utilizo en mi escritura o al hablar porque creo que tiene connotaciones muy antiguas, me suenan a nuestro viejo barrio, a la judería de Tetuán, y luego de repente me sorprendo oyéndolas en una conversación o encontrándolas en un libro. Por ejemplo la palabra Atestado, nunca diría atestado de gente, porque me suena a jaquetía, esa lengua mezcla de español, hebreo y árabe que hablábamos. Mi español funciona a dos niveles, como si conviviera con dos lenguas similares pero con almas diferentes. Por cierto un amigo escritor, me acaba de contar que encontró en el quijote una expresión que solemos decir habitualmente, sanito y bueno. Y una expresión que me encanta oir, Cuanti mas, pues tambien se dice aún y está en el quijote.





M.B.

Tu respuesta me sorprende. Entonces llegaste de niña a Madrid, tu lengua materna era el castellano, pero sin embargo el Francés se sobrepone sobre el castellano y tienes que conquistar a tu lengua. ¿Alguna vez escribiste o pensaste en escribir en Francés?



E.B


El francés es el idioma que se hablaba en la escuela. Pero vine de muy pequeña a España, supongo que lo utilicé siempre de excusa para justificar mis despistes con la lengua, lo cierto es que hay giros lingüísticos y cierta estructura gramatical algo diferente que heredamos de una manera especial de construir las frases.





M.B.

¿Se puede ser judía y española?





E.B.



Si no se pudiese deberíamos de preguntarnos entonces que falla en lo español. Lo español debería ser tan amplio como para incluir distintas maneras de pensar el mundo, de creer o sentir; es mas precisamente lo español mantiene en el fondo de su historia esa identidad acallada y hoy se enfrenta a otras muchas identidades que debe incluir en ese ente abstracto que es el de ser español. Por otro lado dentro del judaísmo no hay nada que excluya o impida la pertenencia a un país cualquiera. Y lo digo aun sin saber exactamente ni lo que es ser judío o ser español. Pero lo único que tengo claro es que es así como me definiría si alguien me lo pidiera. Aunque prefiero que no me lo pidan.





M.B.
Creo que eres la primera escritora española que describe al judaísmo español de hoy. Describes más bien a las mujeres judías. ¿Es una responsabilidad? ¿Existe una comunidad judía?


E.B.
No sé si soy la primera, quiero eso sí, escribir sobre lo que conozco y siento, por eso los materiales con los que cuento es ese cruce peculiar de realidades. La escritura es siempre una responsabilidad, se crea un mundo, se forma con palabras y la palabra tiene un poder generador y creador. Sí existe una comunidad judía, lo que no sé si tiene futuro de la manera que está concebida hoy.






M.B.

El judaísmo español, que hasta hace menos de diez años contaba con menos de 15,000 personas, se está agrandando con inmigrantes judíos de Sudamérica. Hoy se habla de un comunidad de 40,000 judíos, o tal vez más. Muchos de estos judíos son los descendientes de tetuaníes que emigraron a Venezuela, otros son judíos Europa de Este. ¿Cómo influencia todo esto en el judaísmo actual?




E.B
Dentro del judaísmo actual se está llegando a una polarización excesiva. Quiero reivindicar esa manera de pensar lo judío, de vivir lo religiosos que se tenía precisamente en esas comunidades judías del Norte de Marruecos. Lo religiosos no era excluyente, no impedía el encuentro con las opciones laicas, era en realidad una especie de continuo sin fractura. Hoy se ha radicalizado y eso es enormemente peligroso. La lección que aprendimos en esas comunidades es un enorme respeto. Para el religioso era tan importante no comer alimentos prohibidos como no hablar mal del otro o humillarle por su opción de vida. Esa es un buen principio que no hay que olvidar.




M.B.

¿Entonces te sientes judía, española, marroquí, sefardí, o todas esas cosas a la vez?


E.B
Pues como dije antes de alguna manera, eso y mas a la vez, por otro lado en eso consiste la modernidad. Y es lo que hay que tener en cuenta a la hora de entender las identidades europeas.



M.B.

¿Nos podrías hablar de tu próxima novela, que ya está en vía de publicación?



Mi próxima novela trata precisamente de la historia de una familia que deja Tetuán, se rompe y llega a Madrid para crear una nueva vida. Se cuenta a través de los ojos de una niña, Reina, una mirada inocente, asustada, que va descubriendo los secretos familiares, los odios y amores, la historia y deserciones. La cárcel del padre y el exilio son los dos momentos en los que Reina tiene que mirar de frente para reflexionar y llegar a un pensamiento que interprete la realidad nueva que ve. El exilio es una de los temas junto a la infancia, la necesidad de entender un mundo para el que no se tienen claves de interpretación. Pero también otro tema es la mentira. Reina sufre del pensamiento mágico, de angustia ante la noche, ante sus propios pensamientos que no sabe controlar. Trata del mundo de las sombras de la infancia, de la salida del paraíso que supone crecer.

Nosotros

Nosotros
Los marginales, los expulsados, los olvidados, los que creemos en la palabra, los que luchamos por la palabra
Los que perdemos en todas las batallas,
Los inocentes
Los que creemos que la calidad es el único valor, los que pensamos que nos valoraran por nuestros meritos
Los que bailamos con el arte para bendecír una pista
Los que no ganamos los premios, los que escribimos libros invendibles, los que rezamos
Los que empezamos por ser buenos y acabamos amargados y frustrados
Los que empezamos por mucho talento y acabamos fuera de nuestros ojos
Los locos, los que nos volvemos más y más locos, los locos de manicomios.
Los que sabemos que el mundo es el que está loco
Los que no tenemos nada que perder por que nunca hemos ganado nada
Los que venimos al mundo a dar y no a tomar, los que abrimos puertas a otros
Los que llenamos pantallas de palabras y parques de basura
Los que nos vestimos con papel y escribimos con tinta sangrienta
Los que no sabemos como hablar a un editor o a un agente
Los que no sabemos por qué otros escriben cuando pueden
Los que no encontramos nunca la razón exacta de nuestra obsesión, ni la buscamos,
Los que trazamos las frases y los libros de escritores futuros
Los que nunca oyen la palabra gracia y siempre agradecen
Los que ayudamos y nunca somos ayudados
Los que amamos a los talentosos y odiamos a los mediocres
Los que decimos la verdad, los que amamos al arte
Los que andamos descalzos sobre parques de palabras

Nosotros

Que somos tan pocos.







Extracto de "Amor y Exilio".

Inedito.

JERUSALÉN

Jerusalén Nevada
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Que bella es Jerusalén cuando nieva parece una novia contenta
todo es tranquilidad las discusiones desaparecen de los rostros
todas las guerras se olvidan en esta ciudad cargada de historia
de memorias intolerancias y templos que recuerdan todo el futuro.





1.
Veinte y siete años vivo en Jerusalén y todavía me parece un concepto, un sueño. Una idea en la que vive el pasado y el futuro, pero en la que el presente no puede penetrar. Aunque es en esta ciudad en la que vivo mi vida cotidiana, compro el pan, hablo con mis hijos, y declaro mi amor a mi mujer, todavía debajo de todo esto esta el Moisito de Tetuan, judío diasporico, judío sefardita, judío que sueña con la Jerusalén celeste. Todavía esta el sueño de mi bisabuelo, del año que viene en Jerusalén, y aunque aquí vivo es como si todavía esperara llegar a Jerusalén. Llegué pero todavia estoy llegando.
El nombre hebreo de la ciudad es Yerushalayim, forma no existente en lenguas latinas del dual, o sea que es el dual de la palabra que parece raramente en la Biblia Yerushalem. Hay dos Yerushalem: La terrestre y la celeste. La raíz del nombre es ver y shalem, que quiere decir lo entero, lo completo, así como la raíz de la palabra mas conocida, shalom: paz. En su origen se dice que se llamaba Ir Shalem, la ciudad de lo entero.
Por un lado esta a menos de cuarenta kilómetros del Mediterráneo, y por el oriente encuentra al desierto, en hebreo midbar, que viene de la raíz dabar, la palabra, el verbo. En el desierto es donde el pueblo de Israel escucha al verbo, a la palabra divina.
Pero todas las teorías son letras sobre papeles y la realidad en la que llegué a Israel hace ya 27 años es bastante diferente. Primero era el caos de la inmigración, y venia de una de las muchas ciudades que los judíos llamaban la Jerusalén pequeña, Tetuán, y a pocos meses de mi llegada a la ciudad estalló la guerra de Yom Kippur, todavía recuerdo las sirenas en el día mas santo y silencioso del judaísmo, día en el que no se ven coches por las calles, de pronto se vio lleno de camiones con tanques, y escuchando a los amigos de escuela Israelíes enorgulleciéndose de como íbamos a destruir a los sirios y a los egipcios, me sentía muy diasporico y asustado, como me lo transmitía mi madre, y como me los transmitieron muchas generaciones, de que los gentiles, o como los llamábamos, los Goyin, nos iban a destruir. Los coches tenían que viajar con las luces flojas y pintadas en azul de noche para que no se pudieran ver desde el cielo por un avión enemigo.
A esa Jerusalén celeste se iba muy pronto a ajuntar una decepción total, la muerte de mi hermano, en el mes de Noviembre, un mes y medio después de que comenzó la guerra. Ahora lo místico y la esperanza fueron heridos para siempre. Porque era sobre todo esta Jerusalén la que iba a curar a mi hermano, Ari, de su enfermedad de la que sufría ya seis años, desde que cunplio dos. ¿Cómo podía entonces Jerusalén no curar a mi hermano? esto parecía un contrato no cumplido, un ataque a la razón, a todo lo que esperaba de esta ciudad santa, ¿Cómo podía ser una ciudad santa y no curar a un niño enfermo que venia de la diáspora?
Hoy mismo al pensar en esto me acabo de dar cuenta de que vivo en la calle Yehuda, que era, ni mas ni menos, el segundo nombre de mi hermano Ari, nombrado igual que mi bisabuelo, Yehouda Hatchuel, que murió con mas de cien años. Todavía no sé lo que esto quiere decir, y pensar que vivo en esta calle hace dieciséis años. Uno ve todo menos lo que tiene en frente.
Mi reacción a la muerte de mi hermano, fue la de acercarme mas a la religión y en eso creo que también respondía a una necesidad de alejarme de los niños de mi edad, y no solo a buscar una respuesta a la pregunta de la muerte. Tres o cuatro años viví en ese ámbito de sinagogas y yeshivot, y era el alumno mas religioso de mi clase en la escuela religiosa en la que terminé el bachillerato.
Durante mucho tiempo existió la costumbre de judíos religiosos de venir en sus últimos días a Jerusalén para acabar aquí sus vidas y para ser enterrados en el monte de los olivos, en frente del templo, pues la tradición cuenta que el Mesías vendrá por ese cementerio y serán los primeros muertos resucitados. Se cuenta de un antepasado mio que hizo esto a principios del siglo diez y ocho, y en realidad es lo que vino a cumplir mi hermano a los ocho años. Mi abuelo, que tenía que llegar ese mismo año a Israel falleció justa antes y fue enterrado en Tetuán.2.
50 kilómetros separan a Tel Aviv de Jerusalén, pero son dos mundos separados. Tan separados, que cuando voy a Tel Aviv me preguntan frecuentemente como puedo vivir en Jerusalén. Son dos ciudades opuestas, Tel Aviv es el centro comercial del país, la ciudad material y donde se mueve todo el dinero. Jerusalén es la capital y los Jerusalimitanos son mucho mas pobres que los de otras ciudades, una gran parte de ellos son funcionarios del gobierno, después esta el treinta por ciento de la población que es Arabe y otro treinta por ciento que son los ultra ortodoxos, estos seres que parecen exóticos a los turistas, y se siguen vistiendo como se vestían los judíos polacos en el siglo pasado, son la antítesis del materialismo del resto del país. Optan deliberadamente por ser pobres, estudiar las leyes de la Tora y tener muchos hijos. Familias de 8 o nueve hijos son comunes en Mea Shearim y en los barrios religiosos de Jerusalén. Muy criticados por los intelectuales y la prensa Israelí, son sin embargo los que siguen conservando las costumbres de la religión judía como se practicaba en Europa antes del holocausto, y crean un ambiente de espiritualidad en la ciudad.
En Jerusalén, estos días de la intifada de El Aktza, pero no solo en ellos, sino durante todo el año, los conflictos de Israel se sienten cotidianamente, el conflicto entre árabes y judíos, pero no solo este, sino el conflicto entre lo religioso y lo laico, entre la modernidad y la antigüedad de este país. No por nada es el corazón de todas las noticias en el mundo. Solo a 50 kilómetros esta Tel Aviv, la ciudad judía, con muy pocos árabes en ella, casi toda la población laica, rasca cielos que cada día tienen mas pisos, y al entrar en ella uno puede pensar que esta en Chicago y que todo lo que pasa en las noticias no tiene nada que ver con esta ciudad y que esta en otro país.


3.

Un día normal en Jerusalén estos días de noviembre es como una de esas bombas que van a explotar. La calles casi desiertas, con menos coches y gente que en los sábados cuando muchos no viajan en coche, y los café casi vacíos. Siempre es en esta ciudad donde mas se siente el futuro, que no es nada positivo. A las doce me encuentro con mi editor, y una hora después en una llamada casual al móvil me dicen que ha habido un atentado en una calle cerca de mi casa, llamo a mi hijo y me cuenta que al salir de escuela vio muchos policías, pero no oyó ninguna explosión. Un poco mas tarde mi mujer me cuenta que por la radio no se ha dicho nada. Probablemente un paquete sospechoso, o cualquier otra cosa. A las tres mas o menos me voy a la piscina a nadar un poco y a bajar las tensiones, cuando vuelvo a mi casa a las seis, enciendo mi computadora y en el internet veo que la bomba exploto en otra ciudad, en Hederá, a 30 kilómetros de Tel Aviv. Es un ambiente de tensión continua, y parece como si las cosas solo van a empeorar. Espero, que como muchas otras veces sea yo el que me equivoco.

4.
Y acabare con algo político. Frecuentemente me preguntan si no podría ser Jerusalén capital de dos paises. Aparte de que creo que ciudades solo se dividen después de guerras y no como acuerdo de paz, me parece que Israel se equivoco al crear su capital en Jerusalén, y en cualquier acuerdo lo mejor sería que Jerusalén no fuese la capital de ningún país. Jerusalén es una ciudad espiritual, y mejor seria alejarla lo máximo posible de la política. De todas formas será siempre la capital espiritual del mundo.



Jerusalén 22 noviembre 2000



Publicado en Clarín.

El tren llegó como previsto a las nueve cincuenta y tres (microrelato)

El tren llegó como previsto a las nueve cincuenta y tres. Puntual. Ella no bajó de él. La estación: desierta. Yo, solo. En el andén. Me lo esperaba. No la esperaba, pero vine. Ella decidió el sitio, una estación de cercanías, casi la menos frecuentada del país. Esperé al próximo tren, tal vez perdió el anterior o no llegó por alguna razón. Le di mi número de móvil, aunque dijo que no lo marcaría. Me podía haber llamado. No lo hizo. Esperé a otro tren y me volví a casa.

extracto de la novela LUCENA

LA INQUISICIÓN

Isaac Benzimra estaba cansado, muy cansado. El trabajo, los niños, la mujer, la tensión en el banco, el coche nuevo, los pagos a plazos, la hipoteca y todo lo demás. Ahora tenía todo lo que siempre había querido tener: un gran chalet en las afueras de Ciudad de México, en uno de los barrios más prestigiosos de la ciudad, un Volvo nuevo (cambió el BMW), una mujer guapa tras dos operaciones de cirugía plástica que le dejaron los pechos como los de una jovencita de quince años, dos niños afortunados que estudiaban en un instituto, un bufete en el centro de la ciudad, en una palabra, todo. “Todo y nada” era la frase que resonaba en su cabeza sin cesar, día y noche, “todo y nada”. A veces se convertía en “todo es nada,” día y noche, en sueños, durante la conversación con un cliente, qué será de ti, Isaac, qué será de Isaac Benzimra, qué será de su vida, de su mujer, de sus hijos.
Quería abandonarlo todo, el trabajo, los hijos, la hipoteca, la amante, las furcias caras, los viajes a Miami, la ruleta en Las Vegas y la oficina en el quinto pino. Quería abandonarlo todo. Pero en lugar de esto, un día le dijo a su mujer: “Me voy de viaje a España, ya he encargado los billetes. El domingo, después de misa, volamos a Málaga, voy al país de mis antepasados, Melisa. Entiéndelo, necesito encontrar allí el sentido de mi vida, en Granada. En Lucena o en Granada, necesito comprender, me voy al país de donde vienen todas mis desgracias.”
Melisa le miró muy preocupada y le recordó que tenía que terminar un asunto muy importante en el tribunal relacionado con la compañía internacional de ordenadores “Lacroft”.
“Efectivamente, pero tengo un socio, ¿no? ¿No tengo derecho a vacaciones? Si sigo así voy a reventar, a reventar Melisa.” Inmediatamente, como un niño haciendo comedia en la escuela, se dejó caer en la enorme cama redonda que había en el centro de la habitación.
“Tenemos deudas,” dijo Melisa, “y si él es quien presenta los asuntos, se quedará con la mayor parte de las comisiones. ¿Recuerdas el acuerdo al que llegaste con él, con tu buen corazón, cuando no tenía nada? Amigo, ah, amigos, me gustaría ver si él te ayudaría si tú no tuvieras nada.”
“Siempre habrá, siempre habrá dinero y habrá deudas, y bancos que me darán préstamos y tarjetas de crédito con un enorme crédito para que gastes más. ¿Sabes cuánto crédito tenemos en nuestras veinticinco tarjetas? Tarjetas de oro, de platino, la Super American Express, la V.I.P. de Visa Platino, ¿cuál más?, ni me acuerdo, ah, sí, la Diners Supersonic, ¿sabes cuánto? Dos millones de dólares, usted gaste, gaste, sabemos que es una mula de trabajo y que trabajará como un burro para pagar.”
“De acuerdo,” Melisa se rindió ante la extraña situación en la que su marido la metía. “Me doy cuenta de que en verdad necesitas unas vacaciones. Iremos a Málaga.”
“Debo decirte que nos alojaremos en un hotel barato, estoy harto de lujos y de tantas estrellas. En un hotel de tres estrellas, uno barato.”
“¿Tú? ¿Estás a punto de quebrar o qué? ¿Tú quieres ir a un hotel de tres estrellas? ¡Pero si cuando tenías veinte años ya no te sentías cómodo en hoteles que costaran menos de cuatrocientos dólares la noche! Tal vez lo que te convendría sería ir al médico, al psiquiatra, no hacer vacaciones.”
“Sabía que esto pasaría, no quiero ir a ningún hotel de los que te hacen entrar en el casino para sacarte el dinero, o de los que te lamen el trasero para que les des doscientos dólares de propina. Quiero algo sobrio, así que ponme ropa sencilla en la maleta.”
“Yo no tengo ropa sencilla.”
“Es muy simple. Coge cien dólares y ves a comprarte algunas cosas baratas, que te hagan parecer la mujer de un funcionario, no la de un abogado importante.”
“Esto ya es demasiado, ¿vale? Demasiado. Iré de viaje con mis vestidos, no menos de tres maletas. Voy a empezar a prepararlas, no sé si me dará tiempo. Pediré a mi amiga Luisa que me ayude.”

Isaac volvió a oír aquella voz, “todo es nada.”
“Todo es nada,” le dijo a su mujer.
“¿Me llevo el vestido rojo? ¿Aquél del escote? ¿Qué opinas? Tal vez no sea ya conveniente, cierto, tendré que ir a comprarme algunos vestidos.”

Isaac se metió en su coche, se sentía realmente incomodo – “Todo es nada”. Aumentó el volumen del disco de los Rolling Stones en el que cantan “Angie”, se puso a cantar con ellos y esto le ayudó un poco, pero cuando la canción terminó volvió a oírlo, “todo es nada.” Esta vez frenó. Aquella voz tenía una presencia más fuerte que las veces anteriores, como si no viniera de su cabeza, sino como si alguien sentado en el asiento posterior le dijera “todo es nada.”

Cuando llegó al bufete su secretaria le dijo que Luisa había llamado ya cinco veces. Le daba igual. Como de costumbre, no le devolvió ninguna llamada. Tenía varias citas, pero le pidió a la secretaria que las anulara. Ella creyó que él quería algo con ella, como la última vez que le había hecho anular todas las citas. Isaac era un amante maravilloso. A pesar de las tensiones, en cuanto tocaba a una mujer, incluso a la suya, se liberaba por completo. Sus manos acariciaban el cuerpo de la mujer con tanta ternura que ninguna puede olvidarlo. Algo poco común entre los abogados. Pero no. Esta vez Isaac se encerró en su despacho y no habló con nadie. Bajó las persianas hasta la mitad e incluso pidió a la secretaria que no le pasara ninguna llamada y que no entrara para nada. Así pasó todo el viernes, aturdido en el despacho, intentando con todas sus fuerzas deshacerse del “todo es nada”, encendió algunos habanos, aunque le causaran dificultades respiratorias no podía dejar de fumarlos.
Isaac, se decía a sí mismo, Isaac, ¿quién eres, Isaac?
Primero dijo su nombre, hablando consigo mismo. Por un lado, pensaba que todos los psiquiatras creerían que estaba loco, pero, por el otro, cada vez que oía su nombre embistiendo desde su garganta se sentía bien.
El sábado durmió hasta tarde, le pidió a su mujer que no le pasara ninguna llamada, ni siquiera la de un amigo. Sólo le rogó que le pusiera muchos calzoncillos en la maleta, que no pasara como la última vez que fueron a Hawai, que le faltaron calzoncillos y que en ninguna tienda consiguió encontrar los bóxer que a él le gustan. “Lo más importante es muchos calzoncillos,” le insistió más una vez.
Después de comer hizo la siesta, y cuando se despertó le dijo a Melisa que pidiera una limusina para ir al aeropuerto al día siguiente. Pero luego dijo: “¿Para qué necesitamos una limusina? Basta con un taxi, durante una semana seremos pobres, ¿te parece bien?”
“En absoluto,” dijo Melisa, “si quieres, sé pobre tú, yo iré en limusina. No me casé contigo para ser pobre, para esto me habría casado con Moís, el poeta. Me quería más que tú, y por ahora ni siquiera se ha comprado un coche, no tiene dinero para nada.”
“Me gustaría saber qué ha sido de este drogata, creo que incluso era un poco marica.”
“Te aseguro que no es cierto. Tal vez estuviera un poco ido, o loco, o lo que quieras, pero no era marica.”
“Algunas de mis amigas decían que el sexo no le interesaba demasiado, pero ¿qué importa eso? Apenas tomé un tequila con él, vomitó después del carajillo y no volví a verle.”
“Aquellas chicas me odiaban porque sólo me quería a mí.”
“De acuerdo, como quieras, pide una limusina, no importa, iremos en ‘limu’. Da igual.”
Isaac quería dejarlo todo –el dinero, las limusinas, la mujer, los hijos, la hipoteca, el bufete, la ciudad– incluso la vida. Pero la vida no quería dejarle a él. La vida se aferraba a él como una espina en la garganta –seguros de vida de millones de dólares–, siempre pensaba que valía más muerto que vivo, aun sin comprender la lógica que aquello tenía. Vivo, su pasivo era de medio millón de dólares, y si moría sus seguros de vida ascenderían a tres millones de dólares. A su mujer y a sus hijos les quedarían dos millones y medio. ¿Qué lógica tenía esto? ¿Por qué una mujer no mata a su marido si éste ha ganado lo suficiente para el seguro de vida? Basta con hacer algo en el coche para que uno tenga un accidente convincente. Isaac se puso a pensar en toda clase de teorías según las cuales el cincuenta por ciento de los accidentes de tránsito son asesinatos y otro tanto por ciento no desestimable, suicidios. Parece mucho más respetable morir en un accidente de coche que metiéndote una bala en la cabeza. “Todo es nada.” De hecho, él no pensaba en absoluto en el suicidio. A pesar de no ser practicante, era creyente, y su madre le había inculcado el sentido del castigo tras la muerte por suicidio y el del miedo al infierno.
extracto de la novela LUCENA

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X
Soy un poeta marroquí
exiliado
primero viví en mi exilio de España en Marruecos
después me exiliaron mis padres
desde Marruecos
a Israel
tierra de exiliados
hijos nietos y bisnietos de exiliados
y aquí llegue
al exilio máximo
el exilio de mí mismo
exiliado de mi tierra
de mi familia
de mi patria
de mi exilio.


De

Mar De Sefarad